Cómo trabajamos

Ofrecemos una atención personalizada, preservando la privacidad de las personas, en un espacio agradable y con suficiente flexibilidad y adaptación en los horarios. Esta atención personalizada facilita plantear un tipo de exploración específica según las necesidades de cada paciente.

El proceso comienza con una primera entrevista de acogida que nos permite recoger la información necesaria para hacer una valoración inicial de la situación y de cómo encararla. El siguiente paso es la evaluación diagnóstica, que en función del motivo de consulta, la edad y la situación del paciente se realiza mediante herramientas distintas:

  • Entrevistas de exploración.
  • Tests psicométricos.
  • Tests proyectivos.
  • Sesión de juego diagnóstico.

Con la información obtenida se define la orientación diagnóstica y comienza el proceso de intervención.

 

Intervención individual

La psicoterapia en adolescentes y adultos es un espacio donde poder hablar de las propias vivencias, pensamientos, sentimientos, fantasías, emociones, deseos, miedos y experiencias que nos pasan y nos han pasado. De redescubrirlas, comprenderlas, elaborarlas o abandonarlas, según convenga en cada caso, con el acompañamiento del terapeuta.

La experiencia de realizar una psicoterapia es singular y única, y nos ofrece un espacio dónde somos escuchados y nos escuchamos a nosotros mismos. Nos permite conducir la resolución de los conflictos de manera eficaz a partir de la interrelación entre terapeuta y paciente.

En definitiva, el trabajo psicoterapéutico genera un cambio de posición en la vida, en la toma de decisiones y alivia el sufrimiento. Nos ayuda a ser más libres y poder mantener un equilibrio que permita afrontar el presente y el futuro con mas tranquilidad y fortaleza.

 

Por otra parte, la psicoterapia infantil tiene una condición particular. El niño, a menudo, no tiene una madurez cognitiva ni de lenguaje suficiente para poder expresar en palabras sus experiencias, sentimientos o pensamientos, y muchas veces ni siquiera es consciente de lo que le pasa. Por todo ello necesitamos recursos y técnicas que articulan el proceso terapéutico adaptados al niño, a sus características personales y en su momento evolutivo.

Es a través del juego, del dibujo, de relatar historias y otras expresiones plásticas que el niño construye las representaciones simbólicas del mundo que lo rodea y lo que esto le genera (sus fantasías, ansiedades, deseos, miedos, frustraciones, etc.). El niño interactúa con la realidad a través del juego, cumple una función de expresión, de comprensión, de autoconocimiento y alivia los conflictos y miedos latentes. Estas técnicas permiten interactuar con el niño, se establece un vehículo de comunicación que permite al terapeuta detectar y comprender su mundo interno.

Consideramos el juego desde dos perspectivas:

  • Expresión de la forma en cómo se está organizando la personalidad en ese momento concreto.
  • Como actividad psíquica en sí misma estructurante de futuras organizaciones (pensamiento, emociones…).

El terapeuta da sentido, pone palabras y conduce al niño aliviando su sufrimiento. Facilita la integración personal, la maduración emocional y ayuda en la resolución de los conflictos.

 

Familia y pareja

Realizamos entrevistas de seguimiento, orientación y sensibilización. Después de hacer la valoración diagnóstica, nuestra intervención se puede concretar en una serie de visitas periódicas centradas en aspectos para incidir en la comprensión y resolución del problema:

  • Assessoramento pedagógico y educativo.
  • Asesoramiento emocional en la interrelación padres-hijos y en la relación de pareja.
  • Seguimiento de la evolución después del tratamiento.